El colegio Liceo Castilla de los maristas celebra su 125 aniversario
Este domingo 23 de octubre, el colegio Liceo Castilla, de los hermanos maristas, celebra su 125 aniversario con una eucaristía alas 12:00 horas en las instalaciones polideportivas, a la que acudirá el arzobispo de la diócesis, don Fidel Herráez Vegas. Posteriormente tendrá lugar un pequeño acto institucional-familiar en el que intervendrán personas relevantes en la historia del centro. Esto incluirá un brindis acompañado de un pincho de morcilla de Burgos, «para celebrar que todavía nos queda mucho tiempo por delante haciendo lo que nos encanta, lo que sabemos hacer muy bien, arriesgando y viviendo esta aventura con mucha intensidad», comunican desde la institución educativa. «Celebramos nuestro cumple. 125 años, son muchos años, muchas familias, muchos alumnos, muchos profesores, muchos hermanos… Pero también son nuestros primeros 125 años, los primeros 125 años de muchos más», añaden.
Siempre dedicados a la enseñanza
La presencia de los hermanos maristas en Burgos se remonta al 14 de agosto de 1891, cuando se instalaron en unas dependencias de la Casa del Cordón, presentando este palacio un estado ruinoso. Tras hacer una pequeña reforma, los hermanos abren el primer centro de enseñanza que recibe el nombre de Sagrados Corazones, y que consta de unos 150 alumnos. Tiempo después, se hacen cargo de la Escuela de Patronato de San José instalada en la parroquia de San Esteban al que acudían más de 100 alumnos.
Entre los años 1907-1911 los Maristas enseñan en el colegio de San Antonio, que se situaba en la calle Santander nº 12, su director por entonces será el hermano Ausencio, que más tarde será elegido para dirigir las Escuelas del Círculo Católico. Estas escuelas diurnas de niños del Círculo habían sido encomendadas a los maristas en el año 1910. Entre 1932 y 1939, debido a las vicisitudes políticas, el colegio marista de la calle Concepción Sagrados Corazones pasa a denominarse Liceo Zorrilla. Al finalizar la contienda civil en 1939, el colegio marista toma su nombre actual de Liceo Castilla distribuyéndose los alumnos en primera enseñanza, bachillerato y comercio. Sin embargo, las instalaciones del colegio ya no responden a las nuevas necesidades educativas que demanda la sociedad, y en 1984 el centro se traslada a la calle Pozanos. «Nuestra historia relativamente reciente, nos ha enseñado a ser agradecidos, a ser respetuosos con nuestro entorno, a devolver con mucha emoción lo recibido y a trabajar, con pasión y profesionalidad», recuerdan desde el centro.