Tardajos recuerda a Mariano Díez, sacerdote e inventor del cinematógrafo

Hace 150 años nació en la comarca de Alfoz de Burgos un sacerdote de la Comunidad de San Vicente de Paúl que defendió la relación entre ciencia y religión.

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Si bien el mundo científico se caracteriza por el secretismo y un anhelo por obtener la patente de sus inventos, hubo un personaje burgalés de finales del siglo XIX y principios del XX, que inclinado por las ciencias físicas y las matemáticas, propuso innovadores proyectos de forma abierta para que, quien quisiera, pudiera llevarlos a la práctica sin recelo alguno.

 

Se trata del padre paúl, Mariano Díez Tobar, nació el 21 de mayo de 1868 en Tardajos, Burgos; y a quien algunos le atribuyen la invención del cinematógrafo. Según la revista de la época Mundo científico, el padre Mariano en una sus conferencias habló sobre esta máquina capaz de filmar y proyectar imágenes en movimiento: «El ingeniero francés A. Flamereau, representante en España de los hermanos Lumière, quien asistió en 1889 a la conferencia, inmediatamente mandó construir en París el aparato. De donde resulta que la cuna del cinematógrafo no es Francia, ni los Estados Unidos, sino España».

 

Este sacerdote vicenciano, visionario y curioso, también habló de lo que hoy podríamos denominar como el «dictado de voz», herramienta común en teléfonos móviles y ordenadores. Lo describía como «la nueva pluma autofonográfica», una máquina capaz de diferenciar los sonidos emitidos por la voz y dejarlos escritos. Asimismo, hizo funcionar un reloj de pared al que se le daba cuerda con la energía de la voz; creo un reloj sin cuerdas y el iconotelescopio, creado para ver imágenes a distancia.

 

En el 150 aniversario de su nacimiento, su pueblo natal quiere recuperar su memoria, haciendo una investigación por medio de historiadores que reúnan el legado y la contribución de este sacerdote avanzado para su época e interesado por difundir la ciencia.

Comentarios

Comentarios: 2

  1. Jean-claude seguin

    Hola,

    No me parece que la prensa tenga que publicar informaciones de este tipo. Esto es lo que llama un «fake news». No existe ninguna prueba de la existencia del ingeniero A. Flamereau (se pueden consultar bases de datos genealógicas). La fecha 1889 es una pura fantasía: Eastman apenas ha inventado el celuloide que se comercializara después tanto en America como en Estados Unidos. Los Lumiere no se interesan para nada, en 1889, en ningún aparato cinematográfico. Edison todavía no ha realizado películas para su kinetoscopio…
    Un saludo cordial
    Jean-Claude Seguin Vergara.


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