Belenes en Burgos: un nacimiento «con mucha vida»
La parroquia de San Cosme y San Damián acoge este año un belén atípico en la ciudad: once maniquíes representan en tamaño natural a la Virgen María, el Niño Jesús, san José, los tres reyes magos y dos pastorcillos. Todo ello sin olvidar a Herodes flanqueado por dos soldados, que desde lo alto del coro parecen controlar todo lo que ocurre en las naves de la iglesia. «La idea es que quien venga a visitar el nacimiento se sienta parte del mismo, se sienta como una figura más del belén», comenta Enrique Ybáñez, uno de los sacerdotes de la parroquia y coordinador del proyecto. De hecho, asegura, «mucha gente se queda sorprendida y se arrodilla ante el belén en oración».
En el montaje de este singular nacimiento han intervenido numerosas personas de la comunidad parroquial: Los trajes los han sido confeccionado por las madres de catequesis; los jóvenes y los niños de Cosmeguay –el centro de tiempo libre de la parroquia– han construido los decorados, mientras que lo han montado los miembros de los grupos juveniles de Life Teen y Force, repasa Ybáñez, mientras asegura que ha sido una «experiencia maravillosa» que ha ilusionado e involucrado a toda la parroquia.
Belén viviente
El pasado viernes 27 de diciembre, las figuras del belén cobraron vida en un espectáculo de luz y sonido en el que participaron cerca de 90 personas entre actores, técnicos y músicos, entre los que se encontraban la banda de la cofradía de Jesús con la Cruz a Cuestas, la orquesta Musicae y la nueva escolanía puesta en marcha en la parroquia. El auto sacramental repasaba los principales momentos de la infancia de Jesús, desde el anuncio del ángel a María a la visita de los reyes magos y concluyó con un acto de adoración eucarística.
El belén puede contemplarse hasta el 13 de enero en horario de 8:00 a 13:00 horas por la mañana y de 17:00 a 21:30 por la tarde.