La Facultad de Teología inicia un curso «novedoso e imprevisible» por la crisis sanitaria

Con una eucaristía presidida por el arzobispo, don Fidel Herráez, y la clase magistral pronunciada por Claire Stubbemann, hoy ha tenido lugar la inauguración del curso en la Facultad de Teología.
curso facultad de teologia
<
>
curso facultad de teologia

 

La incertidumbre y el desconocimiento marcan el inicio de curso académico en la Facultad de Teología del Norte, que ha dado comienzo oficialmente esta mañana con una eucaristía presidida por el arzobispo, don Fidel Herráez Vegas y un solemne acto al que han asistido autoridades representantes de diversas instituciones civiles y académicas. El decano, José Luis Cabria, ha abierto el acto advirtiendo que este curso académico 2020-2021 será «novedoso e imprevisible», ya que estará condicionado por la evolución de la pandemia de covid-19. «En esta ocasión, lo característico de la novedad es el desconocimiento de la misma, pues nuevo será cada día de clase, muy atentos a la incidencia de la pandemia, que hace seis meses obligó al confinamiento de todo el país con la consiguiente suspensión de las clases presenciales y a la adaptación casi vertiginosa a la modalidad de enseñanza online o telemática. En ese momento nos sorprendió, hoy ya estamos avisados y contemplamos la posibilidad de que en un momento dado vuelvan a repuntar los brotes, ojalá no, y se suspendan las reuniones y las clases presenciales, que sin duda, durante estos meses alejados de las aulas han hecho que se aprecien y se revaloricen con más intensidad. Y es que la relación profesión-alumno es la base fundamental de la enseñanza, y más en las ciencias humanísticas, si cabe, donde se transmiten no solo datos y conocimiento, sino una pasión vital por lo enseñado, lo interiorizado y madurado».

 

Casi 700 alumnos en enseñanza reglada

 

La Facultad de Teología del Norte de España, en su sede de Burgos, estuvo formada en el curso pasado por 32 profesores en sus diferentes categorías, cinco de los cuales profesores pasaron a la categoría de estables adjuntos. En el curso pasado se matricularon en Teología 66 alumnos. 23 en el Ciclo Institucional,18 en Licenciatura (9 en Dogmática y 9 en Espiritualidad), y 6 nuevos matriculados en doctorado, a los que hay que añadir los 19 doctorandos que mantienen su matrícula abierta. A estos 66 alumnos de la Facultad habría que añadir los 158 matriculados en la Cátedra «Francisco de Vitoria» distribuidos de esta manera: 40 alumnos en el Seminario de Doctrina Social de la Iglesia; 42 en el Aula de Patrimonio; 30 en el Aula de Pastoral; sin olvidarnos de las 46 matrículas de la recién creada Aula VIII Centenario que organizó, con motivo del Año Jubilar 2020-2021, el Curso de Formación sobre Voluntariado. A este listado de números, tenemos que añadir a los 10 sacerdotes diocesanos que realizaron cursos de actualización teológica junto con los 14 nuevos matriculados del Instituto de Teología a Distancia. Recapitulando todos los datos, durante el pasado curso se matricularon en la Facultad de Teología de Burgos, en sus distintos niveles, un total de 248 alumnos.

 

Por su parte, el Instituto Superior de Ciencias Religiosas «San Jerónimo» contó en su claustro con 22 profesores en sus diferentes categorías. Se impartieron las clases del primer curso del trienio de Bachiller con un total de 27 alumnos matriculados, de los cuales 10 eran alumnos ordinarios y 17 oyentes. En el primer curso del bienio de Licenciatura (es decir, el curso 4º) hubo matriculados 12 alumnos. En la modalidad online-semipresencial del Bachillerato en Ciencias Religiosas, en sus diferentes cursos, estuvieron matriculados 132 alumnos.

 

Por otro lado, en la D.E.C.A. se inscribieron 268 alumnos (257 en la DECA I y 11 en la DECA II). En ellos están incluidos los 49 alumnos de la Universidad de Burgos que, de forma presencial, realizan dos de los cuatros módulos para obtener el título de la DECA de Infantil y Primaria; así como los 79 estudiantes de Ciencias de la Educación de la Universidad de León con los que existe un acuerdo para que puedan cursar algunos módulos de la DECA I en nuestro Instituto. Si en Ciencias Religiosas se matricularon 171 alumnos y en la DECA 268, comprobamos que en el curso pasado se matricularon en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas un total de 439 alumnos. Si lo unimos al número de los matriculados en la Facultad podemos afirmar que en el curso 2019-2020 se formaron en las aulas del centro académico de forma reglada un total de 687 alumnos.

 

En el mes de marzo, la vida académica sufrió un gran revés con la aparición de la pandemia de coronavirus. La actualización de la página web de la Facultad de Teología, así como las posibilidades que ofrece la plataforma Moodle, permitieron concluir el curso de modo aceptable. Han sido varias las actividades planificadas que la pandemia no ha permitido realizar. Entre las más sobresalientes se encuentran las Jornadas «Ciencia y Cristianismo», la Semana Española de Misionología o el Curso de Verano en el marco de la Universidad de Burgos.

 

Fe en tiempos recios

 

Tras la lectura de la Memoria Académica del curso 2019-2020, la profesora Claire Stubbemann ha pronunciado la  lección magistral, titulada «Fe en tiempos recios: Testimonio de Juliana de Norwich (1342-1416 ?) y Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) (1891-1942)». La teóloga ha contextualizado su conferencia en «los momentos que estamos viviendo, tiempos de profundas transformaciones y retos a todos los niveles. La magnitud de la pandemia y sus dolorosas consecuencias de enfermedad, muerte, soledad, angustia, incomunicación, inseguridad existencial y laboral nos han removido, y siguen removiendo los cimientos humanos y cristianos de nuestra convivencia. Durante estos últimos meses muchas personas se han sentido vacilantes en su fe o han sacado conclusiones al menos cuestionables acerca del sentido último de la pandemia».

 

En su conferencia ha ofrecido «el testimonio de dos mujeres, de muy diferentes épocas (siglos XIV y XX), que, sin embargo, han afrontado valientemente los tiempos recios que les tocó vivir, no desde la resignación ni el miedo, sino –muy al contrario de la gente de su tiempo– desde la fe. Con ellas nos llega un aire nuevo, fresco, esperanzado, el del Espíritu Santo, que nos abre a una dimensión que desborda (¡no anula!) nuestra lógica meramente humana, porque nos confrontan con el Misterio, Dios mismo, como fundamento último de nuestra existencia».

 

En la primera parte, Stubbemann ha expuesto la imagen de Dios que Juliana recibió en una intensa experiencia visionaria y que, según la ponente, es de una sorprendente actualidad. Después Stubbemann se ha centrado en la mártir Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), que encontró en la representación vicaria con Cristo por la paz y la reconciliación la única respuesta coherente como creyente a las atrocidades de su tiempo.

 

La teóloga ha concluido: «El testimonio de Juliana y santa Teresa Benedicta de la Cruz no nos quita nuestros sufrimientos ni puede dar razón cumplida de todos los males que nos aquejan. «Al hombre que sufre, Dios no le da un razonamiento que explique todo, pero le responde con una presencia que le acompaña, con una historia de bien que se une a toda historia de sufrimiento para abrir en ella un resquicio de luz».(Papa Francisco)».

 

Más: Galería fotográfica

Comentarios

Los comentarios están cerrados para esta noticia.