Imagen del mes de enero: tondo mariano de Diego de Siloé
Esta obra realizada en alabastro, en la que aún se aprecian restos de su policromía original, de especial calidad y refinamiento, pertenece al tesoro de la Capilla del Condestable. Se halla en un excelente estado de conservación y cautiva al espectador por la delicadeza de sus rasgos y su expresivo lirismo amoroso entre la Madre y el Hijo.
Está enmarcada en una caja de madera de nogal en cuyo reverso aparece la siguiente inscripción: «Esta imagen dio a esta su capilla el Illmo S Do Pero Fernandez de Velasco cuarto Codestable de Castilla de los de su linage Duque de Frías Code de Aro». En el inventario del año 1542 se describe como «una imagen de Nuestra Señora con su Niño, de alabastro». Con posterioridad se añadió: «Dióla el Ilmo. Sr. D. Pedro Fernández de Velasco, nieto de los Fundadores». Idéntica referencia se hace en el inventario de 1548.
Sin embargo, una descripción más precisa aparece en los inventarios de 1585: en el de febrero se alude a «una imagen de bulto de marfil, rica con una peana de bronce dorada. En su caja dentro de una caja de nogal». En el de marzo del mismo año se afirma: «Una imagen de bulto de Nuestra Señora con el Niño en los brazos, de marfil con una rica peana de bronce dorada en su caja de nogal», y añade: «digo alabastro o mármol». A partir de 1636, en todos los inventarios se especifica: «…con pie triangulado de bronce dorado con las Armas de sus Excelencias.».
La iconografía de este modelo de Virgen con el Niño en bajorrelieve, representando tres partes del cuerpo es de origen florentino. Las cabezas de los querubines y los vestidos ceñidos con cinturones o sujetos con broches guardan un cierto paralelismo con la escultura italiana del Renacimiento, con la diferencia de que los relieves españoles están realizados siempre en alabastro en lugar del mármol que usan los italianos y son siempre de forma oval. La influencia flamenca de estos relieves españoles la podemos hallar en el gesto del Niño, acariciando la barbilla de su Madre, actitud que se repite en casi todas estas obras. Se conoce un amplio grupo de relieves de similares características iconográficas y cronológicas distribuidos por colecciones y museos de Europa y América que se denominan de la «Escuela de Burgos», cuya autoria o dependencia de Diego de Siloé no ofrece dudas. El autor, a su regreso de Italia en 1519, introduce los temas maternales en sus primeras obras burgalesas. En la Catedral de Burgos realiza el relieve de La Caridad en el sepulcro del obispo Luis de Acuña y en el claustro el medallón central del monumento funerario del canónigo Diego de Santander.