‘Effetá’: un retiro de jóvenes y para jóvenes
Es un retiro mixto de jóvenes y para jóvenes, se desarrolla durante un fin de semana y en él se ofrece un tiempo para la reflexión personal y el encuentro con Dios. ‘Effetá’ se ha convertido en una herramienta de nueva evangelización y, en su camino de extensión por el país, llegó a Burgos el pasado fin de semana con la bendición del propio arzobispo, don Mario Iceta, quien presidió la eucaristía de clausura de esta singular propuesta, que se desarrolló en el albergue Marista de Miraflores y en la que participó una veintena de jóvenes de la mano de la parroquia de San Lorenzo el Real.
A lo largo del fin de semana, los jóvenes conocen los testimonios de otros jóvenes que se han topado con Dios y cuentan cómo les ha cambiado la vida. Además, siempre hay un sacerdote a disposición de sus necesidades, así como un grupo de adultos que, aunque no interviene de forma directa en el desarrollo del retiro, sí tiene un papel de referencia para los jóvenes que asisten a estos encuentros de oración. Se trata de un retiro vivencial y testimonial. A través de diferentes dinámicas, se logra que los jóvenes se encuentren con Dios y, en muchas ocasiones, se logran auténticas conversiones. De hecho, son muchos los que califican a ‘Effetá’ y ‘Emaús’ (su homólogo para adultos) como «retiros de impacto». Se trata, en definitiva, de un proceso personal que han de descubrir los jóvenes que en él participan, ya que es difícil encontrar información explícita sobre lo que ocurre en estos retiros en internet o redes sociales.
Para Raúl Martínez, coordinador de los retiros ‘Effetá’ en Burgos, la experiencia del último fin de semana ha supuesto un revulsivo para los jóvenes que han participado. Él asistió a uno de estos retiros en 2019 en Bilbao y descubrió que tras extenderse a otras zonas del norte de la península, como San Sebastián, Santander o Valladolid, también había que llevarlo a cabo en Burgos. «La gente ha salido muy contenta. Ha dado muchos frutos. Es una experiencia que hay que vivir», revela mientras reitera que poco más se puede decir: «Es una experiencia que hay que vivir».
Ante el respaldo de la primera edición, se espera poder repetir un retiro ‘Effetá’ de nuevo en Burgos durante la próxima primavera.