Un ángel de tradición familiar

La pequeña Valentina Arranz protagonizará la bajada del Ángel de Aranda el domingo de Pascua bajo la atenta mirada de su hermana Jimena, que ya vivió esta experiencia hace siete años
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Valentina lleva más de la quinta parte de su corta vida esperando lo que pasará este domingo: ser el ángel que le quiete la pena y el luto a la Virgen en el anuncio de la Resurrección de su Hijo. Es el rito más emblemático de la Semana Santa arandina, la Bajada del Ángel durante el Domingo de Pascua. Con sus cinco años cumplidos Valentina Arranz estaba ya preparada el pasado año para este mismo acontecimiento como «ángel suplente». Y la ilusión ha ido creciendo en estos meses a medida que se acerca el próximo 9 de abril.

 

No es la única de su familia que vivirá de forma especial esta jornada. Antes de que ella naciera, en 2016, fue su hermana Jimena quien protagonizó esta misma ceremonia. Con 12 años en este momento Jimena le ha contado a su hermana el truco que empleó para calmar los nervios mientras esperaba que el globo se abriera. «Me acuerdo que hablé con las palomas que tenía que soltar después. Les puse nombre y les pedía que dejaran de picarme las manos». También le ha dado un consejo. «Me ha dicho que lo haga bien, que menee mucho los brazos y las piernas».

 

La bajada del ángel es una tradición de la Semana Santa arandina que, al estilo de los autos sacramentales, representa el anuncio de la resurrección de Cristo a su Madre la Virgen a través de un ángel que desciende del cielo para quitarle el manto negro de luto. A través de un artefacto similar a un gran globo, suspendido sobre la plaza de Santa María, con la ayuda de poleas, un niño o niña vestido de ángel sube y baja varias veces sobre la talla de la Virgen de las Candelas tras soltar dos palomas y con el velo negro en la mano.

 

Sheila Bravo es la orgullosa madre de ambas. Explica que en el caso de Jimena fue la propia niña quien pidió apuntarse para hacer de ángel. La experiencia fue tan positiva que a Valentina la apuntaron a la Cofradía de las Candelas en el mismo momento de nacer, para que pudiera estar como candidata cuando fuera cumpliendo años. Y aunque con la hija mayor no se planteó la circunstancia de participar en la ceremonia, también tiene su parte de «culpa» en que sus hermanas hayan sido ángeles, porque fue por su nombre por lo que la familia se apuntó a la Cofradía que organiza este acto. Se llama Candela, como la Virgen patrona de esta hermandad.

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