Al llegar a esta población, metida en lo más hondo del partido de Los Altos Dobro, Altos del Ebro, cayendo hacia los cañones del Ebro, muy abundante en hayas o hayedo, de donde le viene el nombre al pueblo, con el añadido de Butrón, que hace alusión a los butrones para encerrar y cazar a las alimañas, lobos o zorros; pero sorprende descubrir, en la hondonada, su hermosa iglesia renacentista, con torre alta de tres cuerpos, antigua espadaña; ábside poligonal, todo de buena sillería; pero, lo que llama la atención es su hermosa portada románica, con fustes, capiteles de flora, fauna y relieve, en el tímpano, de la Adoración de los Reyes; y, como cierre, en la archivolta, veinte ancianos, no los veinticuatro, del A.T., divididos por un ángel; por encima, doble arcada ciega con fustes y capiteles; y puerta de madera con herrajes antiguos; todo, bajo pórtico con arcadas clasicistas y bóveda de crucería. La iglesia es de una nave y capillas, sólo insinuadas, en cruz con pilastrones, arcos y bóvedas estrelladas de piedra, algunas policromadas.
La pila es románica de copa lisa, pie cilíndrico y base cuadrada. El retablo mayor es barroco con San Pedro, San Pablo, Santiago, Asunción, apóstol, San Gregorio, San Francisco y Calvario; relieves de Oración del huerto y cruz a cuestas; el sagrario con Cristo Salvador, los Evangelistas y, en expositor, Virgen de remate.
Otro clasicista con San Roque, San Antón, San Juan Bautista, San Andrés y San Sebastián. Dos barrocos con Tabla de la Virgen de Belén, en cobre, San Miguel y Virgen con Niño, del Rosario, San Joaquín, Santa Ana y San José. Aparte, Crucificado de cofradía, cruz con relieves de la pasión, Virgen sedente con Niño, s. XIII, Santa Juliana con San Quirico niño, Santa Catalina y San Francisco. Cruz renacentista de plata repujada y cáliz con cabujones y nudo en ánfora, ambos del s. XVI. Cajonería de tres cuerpos, con relieves y aguamanil con venera. Archivo de hierro empotrado. Ermita de Santa Marina.