Construida en una buena sillería de piedra caliza, esta iglesia, dedicada a San Cristóbal mártir, presenta un ábside rectangular con contras de refuerzo; una espadaña con contrafuertes, otra lateral chata y pequeño campanil para el reloj; En la fachada, posee una portada dintelada clasicista rematada en hornacina con San Cristóbal en piedra y frontón semicircular. El templo es gótico-renacentista de una nave y dos capillas laterales con columnas, arcos y bóvedas estrelladas de piedra. En una capilla noble, arcosolio de piedra con escudos y cartelas, Asunción manierista, Virgen coronada y Calvario, todas estas imágenes policromadas; y lápida sepulcral negra, del canónigo Pardo Velasco.
La pila es de copa lisa y pie cilíndrico. El retablo mayor es clasicista, de Ruiz de Zubiate, en 1591, con San Cristóbal, de 1808, y Calvario; relieves de los Evangelistas, Cristo con cruz y a la columna, Nacimiento y Dormición de la Virgen, y dos de la vida del santo patrón; y en sagrario, San Pedro, Resurrección y San Pablo. Otro barroco, de Luís y Manuel Cortés del Valle, con la Virgen del Rosario, San Joaquín, San José y San Francisco.
Dos barrocos con pinturas de las Ánimas, de Cristo yacente y Dolorosa; y el otro con Santa Lucía, San Isidro, San Cristóbal y San Antonio. Hay uno neoclásico con Crucificado gótico, s. XIV, con Virgen y San Juan, del s. XVI, repintados. En la capilla, otro clasicista con San Juan el Bautista y San Juan el Evangelista, San Pedro y San Pablo; y relieves de la degollación de San Juan, lágrimas de San Pedro, caída de San Pablo y dos escudos. Aparte, Crucificado procesional, Virgen sedente con Niño, s. XVI, y Virgen vestida.
Individualmente, destacar una hornacina con Crucificado y pinturas en tabla, de la Resurrección e invención de la santa cruz, del s. XVI, una tabla de los Reyes Magos y un lienzo de la Magdalena, restaurados recientemente. En la sacristía, cajonería de un cuerpo y laterales.