La etimología del nombre de este pueblo parece más sencillo, de lo que pudiera parecer, ya que es diminutivo de calera o cantera de piedra caliza. Aún hoy, se sigue trabajando su buena piedra un tanto tostada. Aparte de esto, es la villa natal del fundador de los dominicos, Santo Domingo de Guzmán, Patrón de la provincia; y junto a la torre de los Guzmanes, lugar del nacimiento del santo, se levanta el moderno convento de los dominicos y el convento antiguo de las madres dominicas, ambos conjuntos construidos en buenos materiales de piedra de sillería. También posee una iglesia parroquial, dedicada al mártir San Sebastián, de trazas románicas, por lo que se la puede considerar un testigo mudo de los primeros andares de aquel eminente hijo de la Iglesia; de hecho, aquí se nos muestran algunas reliquias, de aquellos momentos.
El templo, construido en buena mampostería concertada, tiene un ábside semicircular enfoscado de mortero, canes de cabezas y ajedrezados; una torre cuadrada con un ventanal románico ajimezado; y portada sencilla de arco románico. El templo es de una nave con cabecera románica de columnas, arcos y bóveda de cañón con cornisa continuada de ajedrezados. La pila es románica con arcos trilobulados y los cuatro Evangelistas?, decoración vegetal, pie cilíndrico y base cuadrada con hojas y molduras. Hay algunas imágenes como Santo Domingo en hornacina, San Sebastián, Crucificado gótico de pies separados, Virgen sedente con Niño, restaurada, s. XIII, San Antón, San José y San Juan Bautista. Lienzo del bautismo del santo. Buena orfebrería, con cruz cincelada y repujada, de Alonso Rodríguez, macolla achatada con relieves y asas, s. XVI; la custodia es de sol, rayos y estrellas, con repujados en base, y cáliz torneado, s. XVII. Escapulario con repujados de plata. Cajonería. Ermita de Virgen de las Candelas.